Secretos para pintar la fachada

El pintar exteriores conlleva a ciertos criterios y consideraciones técnicas muy diferentes al pintado interior de una vivienda, hay que tener en cuenta que el viento, el sol y otros factores climatológicos como la lluvia afectan la fachada de la vivienda y ponen a prueba la calidad y elasticidad de las pinturas.



Las fachadas son la cara visible de la vivienda. Por ende, se estropean con mayor facilidad que otras superficies. Los rayos de sol, las lluvias, las heladas, la nieve, la contaminación, los fuertes vientos, el paso de los años o la misma pintura hacen que la fachada se deteriore, se desprenda, se agriete o se ensucien rápidamente, dañando la estética de la casa.
Es muy importante, que a la hora de pintar la vivienda y sobretodo la fachada, elijas los productos más adecuados para ello, inclínate por los que tengan propiedades impermeabilizantes que mejoren la durabilidad y la adherencia de la pintura y la resistencia del color.


El primer paso en todo trabajo de este tipo es el tratamiento de las paredes, a diferencia de los interiores, una pared exterior esta en contacto con los elementos y con el jardín, es por ello que muchas veces se forma musgo, para tratarlo es necesario rascarlo para eliminarlo, luego debe aplicarse un producto anti musgo con una brocha o con la pistola de pintar el cual debe dejarse actuar por lo menos 24 horas antes de cepillar la pared y aplicar el fijador de pared para evitar el descascaro. Otra de las cosas que pueden observarse con las conocidas eflorescencias o manchas de humedad, las cuales también hay que tratar antes de pintar, este tipo de sales se originan por el salitre; para tratarlas es necesario eliminarlas con un cepillo duro de nylon, después de lo cual se aplica productos de fijación con una brocha ancha antes de pintar.

Asimismo debe observarse la existencia de fondos harinosos, que no es más que el polvo blanco que queda cuando pasamos la mano por la pared; para evitarlo puedes tratar la superficie con un producto de fijación el cual se aplica con ayuda de una brocha; este fijador debe ser aplicado ligeramente evitando el exceso ya que tiene la propiedad de disminuir la adherencia de la pintura.

Por otro lado también deben tratarse las juntas, si están en mal estado se deben limpiar o picar usando un martillo; luego se eliminan los restos con un cepillo de cerdas rígidas y se recubre con mortero fresco, mojando previamente la superficie para que este se adhiera mejor. Aplícalo con la ayuda de una paleta para juntas y después alísalo, se debe dejar secar un par de semanas. Las grietas también tienen un tratamiento similar, pero en su caso son fisuras de un tamaño considerable; para tratarlas se emplea un rascador triangular de tal forma que se ensanchen en forma de “v” eso te permitirá desprender las partes mal adheridas, una vez hecho esto, se rellenan con un producto de fijación, recubriéndolo con una masilla de poliuretano elástico.

Una vez hallamos considerado todo esto, es necesario limpiar la superficie a pintar, para ello puedes emplear el limpiador de alta presión con el se obtendrá un excelente resultado además de efectividad y rapidez en el trabajo, si empleas este sistema deberás dejar secar la pared durante una o dos semanas; si por el contrario usas el método sencillo de limpiado manual mediante lija, cepillo y escoba, entonces no es necesario dejar secar nada; sin embargo existe el riesgo de que queden restos de polvo que después al pintar deformen el acabado.

El segundo paso consiste en elegir la pintura adecuada, existen a saber dos tipos de pintura, para este tipo de acabado; la primera de ellas es la pintura acrílica, la cual es la más empleada para pintar fachadas, por su resistencia a los rayos solares (rayos UV) y que te proporciona la propiedad adicional de secar más rápido; el segundo tipo es el revestimiento elástico, el cual se aplicará a fachadas ubicadas en zonas lluviosas, este revestimiento como su nombre lo indica, se aplica encima de la pintura acrílica por lo cual tal vez sea más considerado un componente que un tipo en sí, su característica es ser incoloro de tal manera que puedes proteger tu fachada sin ocultar la pintura decorativa.

Antes de empezar observar el clima, no es conveniente pintar en pleno sol, es mejor empezar temprano y detenerse a golpe del mediodía, la pintura pierde sus propiedades, se vuelve más líquida, seca demasiado rápido y se llena de pequeñas fisuras con el contacto de los rayos solares.

Una vez este seco el producto de fijación ya puedes empezar a pintar; puedes escoger entre tres acabados en las pinturas para exterior: mate, satinada y brillante. La pintura satinada permite entrever el relieve de la superficie pintada, la mate se adapta mejor a las grandes superficies de cemento u hormigón y la brillante brinda un acabado más vistoso. Para aplicarlas se emplea el rodillo, y por lo general son suficientes dos capas para paredes normales y tres para paredes porosas; siempre consideren esperar a que una capa esté seca antes de aplicar la siguiente y ello dependerá del tipo de clima en torno al cual se este realizando el trabajo.

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